Vive, siente, besa y no cuentes

Y después de un tiempo sin subir nuevo material, hoy les dejo otro poema de mi autoría.

Vive, siente, besa y no cuentes



Cuenta los minutos,

como se cuentan los años.

Toma el café,
como si fuera tequila.

Cuenta las historias,

semejantes a tus sueños.

Ama intenso y sin fronteras,

así de fácil y suave.

Siente, deja, toca y ve,

llora la pena
como se ríe la alegría.
Busca en una mirada
lo que encuentras en un mapa.
Escribe las palabras
como si fueran besos en la piel.

Grita al viento si puedes,

como si
fuera el último aliento.
Vive tus días,

como si el mañana no fuera una palabra.

Deja que la gente siga su camino,

y busca el tuyo.
Porque los momentos están hechos de recuerdos,

no de un reloj que corre y no para.


Espero que les haya gustado.

Saludos

María del Carmen

Hoy vuelvo a la vida

Hola nuevamente queridos lectores. Últimamente he estado un poco ocupada con la escuela, exámenes y trabajos. Mi tiempo se ha visto reducido a pocos minutos para pensar, así que hoy vuelvo para dejarles un nuevo poema. Espero que les guste.

Hoy vuelvo a la vida

En algún momento de mi vida pensé haber perdido la cabeza,
pasar tantas noches sentada frente a la pared,
conversar con el silencio que de costumbre ya no decía nada,
o ver reflejado en la oscuridad mis ojos húmedos.

Mi vida y la monotonía eran mi pan de cada día,
y todos esos cuerpos que pasaban a mi lado,
lentamente cobraban vida para ser nuevamente las sombras de mi camino,
sé que en algún momento deje tirada mi razón.

Alguien te espera decía mi cabeza,
y mis pasos aceleraba su andar engañándose a si mismos,
era de noche y mis ojos cerrados creían dormir,
y sentí los minutos del presente cuando predecía el final.

Hoy he vuelto a la vida por no haber dormido,
dejé que la noche me acompañara en desvelos,
y tomé café con el sol de mañana y la luna de noche,
no era un pleonasmo era mi conciencia.

Creía haber escuchado palabras o solo eran sonidos,
me sentí rodeada de mundos tan distintos,
de pasos resonantes y humo por encima,
ahora me siento frente al amanecer y creo que era un sueño.

Ese día que volví a la vida juro que vi mi futuro en las estrellas,
pude sentir brisas cálidas y frescas,
escuchar los cantos y los llantos,
pero sobre todo pude encontrar lo que había perdido.

Mi sueño estaba presente como el agua que necesitaba,
no eran poesías extrañas era solo la amargura,
se disfrazaba de alegría ocultada tras cortinas,
no era la tristeza, era el alivio de tener cosas nuevas que contar.

Saludos

María del Carmen